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Carolina Acosta

FIEBRE DESCONOCIDA (FOD)

Toda persona sin importar la edad puede tener fiebre. Sin embargo, hay personas que por su enfermedad de base (pacientes con inmunodeficiencias, tratamiento con quimioterapia o trasplantes) o si han estado sometidos a procedimientos quirúrgicos o manipulaciones endoscópicas, tienen mayor predisposición a sufrir infecciones y mayor riesgo de complicaciones.


La temperatura se considera alta si es superior a 38 °C cuando se mide con el termómetro en la boca, o superior a 38,2°C cuando se mide con un termómetro rectal. A pesar de que se considera como normal una temperatura de 37° C, la temperatura corporal varía a lo largo del día, siendo más baja por la mañana y más alta al finalizar la tarde. De igual forma, cuando hay fiebre la temperatura no se mantiene constante.


En la fiebre de origen desconocido es importante hacer un diagnóstico precoz porque cuanto más tiempo se tarda en hacerlo menor es la probabilidad de arribar al diagnóstico definitivo.


La FOD clásica se puede reconocer cuando se cumplen los 3 criterios:


1) persiste o se repite en varias ocasiones una temperatura corporal >38,3 °C

2) el paciente tiene fiebre durante >3 semanas

3) no se ha conseguido determinar la causa o el diagnóstico no es evidente a pesar de la realización de diagnósticos rutinarios durante ~1 semana (3 días del estudio hospitalario o 3 visitas ambulatorias).


¿Cuáles son sus causas de la fiebre de origen desconocido?

Las causas de la fiebre de origen desconocido son múltiples y muy diversas en función del tipo de enfermedades más frecuentes de un determinado país. A su vez, a lo largo de las últimas décadas, la reducción del número de enfermedades infecciosas en los países industrializados y la disponibilidad de nuevas pruebas diagnósticas, han hecho cambiar la frecuencia relativa de las causas de fiebre de origen desconocido. Las más frecuentes son: Enfermedades infecciosas. Numerosas enfermedades infecciosas pueden producir una fiebre de origen desconocido, entre ellas:

· Tuberculosis.

· Fiebre de Malta (Brucelosis).

· Fiebre tifoidea.

· Síndromes mononucleósicos.

· Endocarditis infecciosa.

· Abscesos en diversos órganos.

· Otras muchas infecciones por bacterias, virus, parásitos u hongos.


Enfermedades tumorales. Diversos tumores pueden producir fiebre como única manifestación inicial. Los más frecuentes son:

· Linfomas.

· Cáncer de pulmón.

· Cáncer de riñón.

· Cáncer de colon.

· Otros cánceres de cualquier otra localización.


Enfermedades inflamatorias. Entre ellas:

· Enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico, la artritis reumatoide, etc.

· Enfermedades granulomatosas, como la sarcoidosis.

· Vasculitis como la arteritis de la temporal.

· Enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

Fiebre asociada al consumo de medicamentos. Sobre todo se puede observar con la toma de antibióticos, de anti-epilépticos, de quinidina y de algunas medicinas frente al cáncer.

Fiebres recurrentes hereditarias o fiebres de causa metabólica.

Fiebre facticia. El paciente dice tener fiebre pero realmente no la presenta o tiene fiebre porque se la produce él mismo.

Miscelánea. Muchas enfermedades, más infrecuentes, pueden cursar también con fiebre prolongada.

Causas no identificadas. En 1 de cada 5 o 6 personas con fiebre de origen desconocido no se llega a conocer la causa.


¿Cómo se diagnostica la FOD?

El diagnóstico de una fiebre de origen desconocido es habitualmente complicado y requiere diferentes estudios:

El médico debe realizar una historia clínica detallada que informe sobre la duración y características de la fiebre, la presencia de otros síntomas asociados, la realización de viajes a zonas no habituales, el contacto con personas o animales que hayan podido tener algún tipo de enfermedad o el consumo de cualquier alimento sospechoso.

Habitualmente se precisa realizar diversas pruebas que siempre deben ir de menos molestas a más. En general, suele ser necesario realizar numerosos análisis de sangre y de orina, cultivos (sangre, orina, esputo, etc.), prueba de la tuberculina, radiografías, ecografías, TAC, RMN y pruebas de medicina nuclear (gammagrafías). En función de los hallazgos puede ser necesario realizar exploraciones más cruentas (endoscopias, biopsias, etc.), pudiéndose en casos extremos llegar a realizar una laparotomía exploradora, es decir, abrir el abdomen para buscar enfermedades potencialmente responsables de la fiebre.


¿Cuál es el tratamiento de la fiebre de origen desconocido?

El tratamiento de la fiebre de origen desconocido es el de la enfermedad responsable de la misma. Para tratar la fiebre se utilizan las mismas pautas del tratamiento general de la fiebre. En algunas circunstancias en las que no se llega a ningún diagnóstico y el estado general del paciente está muy afectado, pueden emplearse tratamientos de prueba aunque no se conozca aún el diagnóstico, como los corticoides o diversos antibióticos.

''Cualquier duda relacionada a su salud consulte con un profesional''


FUENTE: Redacción Médica






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