Sequedad ocular que se produce cuando las lágrimas no logran suministrar la humedad necesaria.
El riesgo de contraer esta enfermedad aumenta con la edad. También es más frecuente entre las mujeres que ya pasaron por la menopausia. Los ojos se pueden secar, inflamar y enrojecer. Los síntomas principales son malestar y sensibilidad a la luz.
Los ojos secos son una afección frecuente que aparece cuando las lágrimas no pueden lubricar los ojos de forma adecuada. Las lágrimas pueden ser inestables e insuficientes por varias razones. Por lo que puedes tener ojos rojos si no produces suficientes lágrimas o si produces lágrimas de baja calidad. Esta inestabilidad lagrimal provoca inflamación y daño de la superficie del ojo.
Los ojos secos son el resultado de una variedad de causas que alteran la película lagrimal sana. La película lagrimal tiene tres capas:
Lipídica, acuosa y mucínica. Esta combinación mantiene la superficie de los ojos lubricada, lisa y limpia. Si cualquiera de estas capas tiene problemas, puede producirse la sequedad ocular.
Cada capa de la lágrima cumple una función.
La capa grasosa es la parte exterior de la película lagrimal. Esto hace que la superficie de la lágrima se suavice y evita que las lágrimas se sequen muy rápidamente. Esta capa se genera en las glándulas de meibomio del ojo.
La capa acuosa es el medio de la película lagrimal. Representa la mayor parte de lo que vemos como lágrimas. Esta capa limpia el ojo, lavando las partículas que no pertenecen al ojo. Esta capa proviene de la glándula lagrimal que está en los párpados.
La capa mucosa es la capa interior de la película lagrimal. Esta capa ayuda a esparcir la capa acuosa sobre la superficie del ojo, para mantenerlo húmedo.
Las causas
La disfunción de la película lagrimal son muchas, e incluyen cambios hormonales, enfermedades autoinmunitarias, inflamación de las glándulas sebáceas en el párpado o enfermedades oculares alérgicas. Para algunas personas, la causa de los ojos secos es la disminución en la producción de lágrimas o el aumento de la evaporación de las lágrimas.
Algunas de las causas de ojo seco:
La edad avanzada es un factor de riesgo: alrededor de un 75% de las personas mayores de 70 años padece ojo seco en alguna de sus fases. Un 25% se debe a alteraciones hormonales. Por esta razón parece aumentar el ojo seco en la menopausia. Un 10% de los casos surge por trabajar durante mucho tiempo ante el ordenador. Los usuarios que pasan largas horas ante los monitores no parpadean lo suficiente para producir lágrima. Las lentes de contacto aumentan la posibilidad de sufrir esta esta enfermedad, ya que su uso suele resecar el ojo. La blefaritis posterior o disfunción de las glándulas de Meibomio. La diabetes también es un desencadenante, así como la disfunción tiroidea (alteraciones en la tiroides), el asma, el lupus eritematoso sistémico (LES), patologías autoinmunes como el síndrome de Sjögren, y enfermedades oftalmológicas como el glaucoma o las cataratas, en especial si el paciente se ha sometido a una intervención quirúrgica por esta causa. Algunos fármacos como los ansiolíticos, antidepresivos, antidescongestivos, antihistamínicos, diuréticos, betabloqueantes y anticonceptivos orales también pueden propiciar la aparición de ojo seco.
Otros factores desencadenantes son de tipo ambiental, como la exposición al humo del tabaco, la contaminación ambiental, el viento, las calefacciones, el aire acondicionado y los climas secos. Estos elementos contribuyen a evaporar la lágrima e inducen la sequedad.
Síntomas del ojo seco
Estos son algunos de los síntomas del ojo seco.
Siente picazón y ardor en los ojos.
Tiene sensación de algo que raspa o arenilla dentro del ojo.
Tienes visión borrosa, especialmente al leer
Hay líneas de moco en el interior o alrededor de los ojos.
Tiene los ojos rojos o irritados. Esto pasa especialmente cuando está en un lugar con viento o cerca de humo de cigarrillos.
Usar lentes de contacto le genera dolor.
Tiene muchas lágrimas.
Consejos para prevenir el ojo seco
Existen una serie de medidas que pueden ayudar a prevenir o controlar los síntomas del ojo seco:
1. Sé cuidadoso al despertar. Cuando te despiertes, abre los ojos con precaución y evita frotártelos violentamente.
2. Acuérdate de parpadear. Aumentar la frecuencia del parpadeo te ayudará a prevenir el ojo seco.
3. Intenta prevenir la alergia. Lleva a cabo las medidas preventivas adecuadas para evitar la alergia ocular como, por ejemplo retirar de la habitación peluches o alfombras en caso de alergia a los ácaros.
4. Evita los ambientes calurosos o demasiado secos. En invierno, coloca humidificadores en la habitación y mantén a raya el uso del aire acondicionado en verano.
5. No te seques el pelo con secador. El aire caliente que expulsa puede agravar los síntomas en tus ojos.
6. No te expongas al viento sin gafas de sol. Protégelos con gafas de estilo envolvente.
7. Conduce con las ventanillas cerradas. De esta manera, reducirás la exposición de tus ojos al viento y a las corrientes.
8. Huye del humo. Tanto del humo de los cigarrillos como del de la contaminación, ya que este ambiente puede aumentar la sequedad e irritación del ojo.
9. Ten precaución en el trabajo. Habla con tu equipo de salud laboral; ellos te podrán aconsejar acerca de las pautas de prevención más eficaces según los riesgos de tu puesto de trabajo.
10. Toma alimentos con ácidos grasos omega-3. El pescado azul, como el salmón, sardinas, atún, caballa o trucha, mariscos también las anchoas, constituye una fuente natural de este nutriente.
FUENTE: Cuidateplus
Americam Academy de Ophthalmology
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