Las mujeres y sus múltiples roles en la vida hace que sean las más propensas a sufrir de estrés
Las mujeres viven más atormentadas que los hombres, por eso ellas se ven hoy más afectadas. El estrés es uno de los grandes problemas de la actualidad en cuanto a salud. No es que sea un nuevo flagelo. Siempre hubo situaciones agobiantes de tensión sólo que antes se lo llamaba agotamiento, Los especialistas explican que las consultas aumentan porque la percepción de hoy no es la misma que antes. Las responsabilidades de las mujeres son mayores, y la capacidad de soportar determinadas situaciones también son mayores como sea, lo cierto es que estamos en una era de colapso total de mucha responsabilidades, hijos, familia, trabajo y cuentas, la vida va muy acelerada entonces nos encontramos al estrés a cada paso.
El estrés se dispara al llegar a los 25 años y alcanza su pico más alto entre los 45 y 55. Esto es producto de que hay mayor responsabilidad, que implican el crecimiento a nivel familiar y laboral. Luego, con el arribo de la mayoría de edad de los hijos y la menor competencia por subir en la pirámide laboral, comienza a descender.
En realidad el estrés afecta a todos, es la relación entre cargas y resistencias, y eso ocurre a cualquier edad, Por eso es importante prestar atención a la salud.
¿Cuáles son los síntomas del estrés?
El estrés afecta de forma diferente a cada persona. El estrés crónico o de largo plazo afecta a las mujeres de las siguientes formas:
Dolor de espalda
Acné y otros problemas cutáneos, como sarpullidos o urticaria
Dolores de cabeza
Molestia estomacal
Sentir que no tienes el control
Olvidos
Falta de energía
Falta de enfoque
Comer en exceso o no comer lo suficiente
Enojarse fácilmente
Dificultades para conciliar el sueño
Consumo de drogas y alcohol
Falta de interés en las cosas que solías disfrutar
Menos interés de lo normal en el sexo
Las otras formas de cómo afecta el estrés a las mujeres
Cefaleas y migrañas. Cuando estás estresada, los músculos se tensan. La tensión a largo plazo puede generar cefalea, migraña y dolores generales en el cuerpo. Las cefaleas tensionales son comunes en las mujeres.
Depresión y ansiedad. En el último año, las mujeres fueron dos veces más propensas que los hombres a tener síntomas de depresión. Las mujeres son más propensas que los hombres a padecer un trastorno de ansiedad, como el trastorno por estrés postraumático, el trastorno de pánico o el trastorno obsesivo compulsivo. Las investigaciones sugieren que las mujeres pueden sentir con mayor intensidad o tener más síntomas de estrés que los hombres.
Problemas cardíacos. Los altos niveles de estrés pueden aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Con el tiempo, la hipertensión puede causar problemas de salud graves, como accidentes cerebro-vasculares y ataques cardíacos. Las mujeres jóvenes con antecedentes de problemas cardíacos tienen riesgo de que el estrés afecte de forma negativa a su corazón.
Malestar estomacal. El estrés a corto plazo puede causar problemas estomacales, como diarrea o vómitos. El estrés a largo plazo puede generar el síndrome del intestino irritable (SII), una afección que es dos veces más común en mujeres que en hombres. El estrés puede empeorar los síntomas del SII, como los gases y la distensión estomacal.
Obesidad. El vínculo entre el estrés y el aumento de peso es más fuerte para las mujeres que los hombres. El estrés aumenta la cantidad de una hormona en tu cuerpo, lo que puede provocar que comas en exceso y que tu cuerpo almacene grasa.
Problemas para quedar embarazada. Las mujeres con mayores niveles de estrés son más propensas a experimentar problemas para quedar embarazadas que las mujeres con bajos niveles de estrés. Además, no quedar embarazada cuando lo deseas puede ser una causa de estrés.
Problemas en el ciclo menstrual. Las mujeres que experimentan estrés crónico a largo plazo pueden tener síntomas de síndrome premenstrual (SPM) más intensos o períodos irregulares. Algunos estudios vinculan un abuso o trauma pasado con un SPM más intenso.
Disminución del deseo sexual. Las mujeres con estrés a largo plazo pueden tardar más en excitarse o pueden tener menos deseo sexual que las mujeres con bajos niveles de estrés. Si bien no es sorprendente, al menos un estudio arrojó que las mujeres con mayores niveles de estrés estaban más distraídas durante el sexo que las demás mujeres.
FUENTE: https://espanol.womenshealth.gov/mental-health/good-mental-health/stress-and-your-health
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