Síntomas, causas, tratamientos y diagnóstico
¿Qué es la neumonía?
La neumonía, también conocida como pulmonía, es un tipo de infección aguda que provoca la inflamación de los pulmones. Puede estar causada por una gran variedad de microorganismos bacterias, virus u hongos-.
Los pulmones están formados por unos pequeños ‘sacos’ llamados alveolos que, en el caso de las personas sanas, se llenan de aire al respirar. En cambio, los alveolos de las personas con neumonía están llenos de pus y líquidos, lo que hace dolorosa la respiración y limita la absorción del oxígeno.
Es una enfermedad frecuente que aparece anualmente en un 5%-11% de la población. Es más frecuente en varones, en los extremos de la vida, en invierno y en presencia de diversos factores de riesgo. Se puede presentar de forma leve, pero la necesidad de ingreso hospitalario aumenta con la edad.
La mortalidad a medio y largo plazo es elevada y de hecho, la neumonía es la primera causa de muerte por enfermedad infecciosa en el mundo y la sexta en general. Además, es la principal causa de mortalidad infantil en todo el mundo.
¿Cuáles son sus síntomas?
Algunos niños más mayores refieren también dolor de abdomen o dolor al respirar. Puede aparecer dificultad para respirar en algunos niños: respiran más rápido, el abdomen sube y baja mucho cuando respira y las costillas se les marcan.
Las infecciones respiratorias son más frecuentes en los niños. En la mayoría de los casos se trata de catarros, es decir, una infección de las vías aéreas superiores. Pero a veces también pueden afectarse los pulmones, las vías aéreas inferiores, y hablamos entonces de neumonía.
Aunque la mayoría de los niños con neumonía tienen una evolución favorable, algunos niños necesitan ingresar en un hospital para tratamiento; y, en los países en vías de desarrollo, continúa siendo la principal causa de mortalidad infantil.
Además de ellos, también tienen más riesgo de sufrirla aquellas personas que padecen enfermedades crónicas, personas con VIH, que reciben quimioterapia o tienen algún tipo de transplante.
Causas
Las formas como se puede contraer la neumonía incluyen:
Las bacterias y virus que viven en la nariz, los senos paranasales o la boca pueden propagarse a los pulmones.
Usted puede inhalar algunos de estos microbios directamente hacia los pulmones.
Usted inhala alimento, líquidos, vómitos o secreciones desde la boca hacia los pulmones (neumonía por aspiración).
¿Es contagiosa?
Ninguna de estas bacterias generalmente se transmite de una persona a otra; son las bacterias ya presentes en nuestro cuerpo las que infectan el pulmón como las presentes en la flora de la faringe. Sin embargo hay algunos tipos de neumonía que pueden transmitirse a otras personas, como la neumonía de origen vírico (por ejemplo, por el virus de la gripe)”, especifica.
¿Otros síntomas?
Algunos casos debutan como una neumonía típica, que consiste en la aparición en varias horas o entre 2 y 3 díasde tos con expectoración purulenta o herrumbrosa, en ocasione con sangre, con dolor torácico y fiebre con escalofríos.
Otras neumonías, llamadas atípicas, tienen síntomas más graduales que consisten en décimas de fiebre, malestar general, dolores musculares y articulares, cansancio y dolor de cabeza. La tos es seca, sin expectoración, y el dolor torácico es menos intenso.
La mayoría de las neumonías tienen características de ambos grupos. Si la neumonía es extensa o hay enfermedad pulmonar o cardiaca previa, puede que el paciente tenga también dificultad respiratoria. Además, si los gérmenes pasan a la circulación sanguínea, producen una bacteriemia que puede conducir a un shock séptico, con riesgo para la vida.
En personas con edad avanzada los síntomas pueden ser más inespecíficos y aparecer como cuadros con menos manifestaciones. En estos casos puede cursar como confusión, malestar general y disminución del nivel de conciencia.
Algunos niños más mayores refieren también dolor de abdomen o dolor al respirar. Puede aparecer dificultad para respirar en algunos niños: respiran más rápido, el abdomen sube y baja mucho cuando respiran y se les marcan las costillas.
En general, las neumonías cursan con fiebre, rinorrea y tos. Los niños más pequeños pueden tener síntomas más sutiles, como llanto, vómitos, rechazo del alimento o incluso fiebre sin foco claro.
Tipos
Distinguimos dos tipos de neumonía:
Neumonía adquirida en la comunidad: es la neumonía corriente, la que puede tener cualquier persona simplemente por el hecho de vivir fuera de un hospital. Las neumonías adquiridas en la comunidad, en general, son las menos graves. “Podemos encontrar formas leves que suelen ser causadas por virus y bacterias como la Chlamydia pneumoniae y Mycoplasma pneumoniae y que se tratan de forma ambulante. Y otras que requieren hospitalización en las que el neumococo es el germen más frecuente y relevante”.
Neumonía que se puede adquirir en el hospital: es el segundo tipo de neumonía nosocomial, es decir, aquella que se puede adquirir en el hospital como complicación de algún proceso que se haya realizado allí, como una intervención quirúrgica.
¿Cómo se diagnóstica?
El diagnóstico de sospecha puede confirmarse mediante una radiografía de tórax. En algunos casos puede ser necesaria una analítica, para valorar si la neumonía está causada por un virus o por una bacteria.
Mediante la exploración física podemos sospechar una neumonía. En la auscultación podemos oír determinados ruidos patológicos y/o podemos apreciar que en una zona el aire no entra con normalidad.
Algunos casos debutan como una neumonía típica, que consiste en la aparición en varias horas o entre 2 y 3 díasde tos con expectoración purulenta o herrumbrosa, en ocasione con sangre, con dolor torácico y fiebre con escalofríos.
Otras neumonías, llamadas atípicas, tienen síntomas más graduales que consisten en décimas de fiebre, malestar general, dolores musculares y articulares, cansancio y dolor de cabeza. La tos es seca, sin expectoración, y el dolor torácico es menos intenso.
La mayoría de las neumonías tienen características de ambos grupos. Si la neumonía es extensa o hay enfermedad pulmonar o cardiaca previa, puede que el paciente tenga también dificultad respiratoria. Además, si los gérmenes pasan a la circulación sanguínea, producen una bacteriemia que puede conducir a un shock séptico, con riesgo para la vida.
En personas con edad avanzada los síntomas pueden ser más inespecíficos y aparecer como cuadros con menos manifestaciones. En estos casos puede cursar como confusión, malestar general y disminución del nivel de conciencia.
¿Cómo se trata una neumonía ?
El tratamiento de la neumonía depende, en parte, de quién la haya causado. Así, si es debida a una bacteria pondremos un antibiótico; si es debida a una de las llamadas bacterias atípicas, pondremos otro y, si es por virus, como norma general, no pondremos un tratamiento específico. Por supuesto, si el niño tiene fiebre administraremos los antitérmicos habituales.
Algunas neumonías pueden asociar broncoespasmo (los bronquios se "cierran" dificultando el paso de aire y podremos escuchar sibilancias en la auscultación) y en este caso serán necesarios los broncodilatadores.
En la mayoría de los casos, las neumonías se tratan en el domicilio y los niños se recuperan rápidamente y sin secuelas. Sin embargo, algunos niños pueden necesitar oxígeno y/o una máquina que los ayude a respirar.
En algunos casos más graves, se acumula además líquido en el pulmón, pudiendo ser necesario colocar un tubo de drenaje para vaciarlo.
¿Puede prevenirse una neumonía?
Las medidas básicas de prevención de cualquier infección respiratoria (catarros, bronquiolitis, neumonía, el nuevo Coronavirus) son, como hemos mencionado, el lavado frecuente de manos y una correcta higiene respiratoria (toser con el codo, cubrirse para estornudar o usar pañuelos desechables).
Además, disponemos de vacunas para algunas bacterias que pueden causar neumonía como el neumococo o el Haemophilus influenzae tipo b y que están incluidas en el calendario vacunal. En cuanto a los virus, la vacuna de la gripe debe administrarse en niños de riesgo anualmente.
¿Cuándo consulto?
Siempre que el niño o niña tenga mal estado general, esté muy decaído o somnoliento, debemos ir a Urgencias.
Si tiene dificultad para respirar; nos daremos cuenta porque respira muy rápido, hunde el pecho o se le marcan las costillas
Si tiene un catarro con fiebre, y la fiebre persiste más allá de 3 ó 4 días, conviene que lo valore el pediatra.
Si ya estaba con tratamiento antibiótico por una neumonía y, a pesar de ello, persiste la fiebre tras 48 horas de tratamiento.
¿Qué complicaciones puede producir la neumonía?
Si es grave, la neumonía puede llevar a la muerte, por lo que conviene permanecer alerta y establecer un rápido diagnóstico con el fin de tratarla cuanto antes. En raras ocasiones, pueden darse las siguientes complicaciones: Líquido alrededor del pulmón (derrame pleural). Líquido infectado alrededor del pulmón (empiema). Abcesos pulmonares.
FUENTE: SINFASALUD
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